LA VENDIMIA 2020 CIERRA PÁGINA
22/10/2020 | Jose Antonio Suso

Los viñedos se han quedado desiertos. Ahora, están preparados para el letargo invernal. El estrés pre-vendimia ha aflojado intensidad hasta diluirse. Los trabajos de la vendimia han llegado a su fin para dar paso a los que se desarrollan tras las puertas de las bodegas.
La de 2020 ha sido una vendimia difícil. A los habituales quebraderos de cabeza por unas condiciones climatológicas que perturben el óptimo desarrollo del fruto se ha sumado la incertidumbre generada por una pandemia que exige una planificación y la puesta de marcha de unas normas de seguridad sanitaria anticovid. Máxime con los antecedentes habidos en otras Comunidades Autónomas donde se constataron repuntes durante y/o tras los procesos de recolección.
Con mucho la realidad ha ido mejor que los pronósticos iniciales que impostaban temor ante una situación inusual, desconocida hasta ahora. La llave ha estado en la coordinación. Se ha trabajado de manera armonizada entre todas las personas implicadas. Excelente el trabajo desarrollado por Osakidetza, excelente la colaboración de productores y elaboradores y, por supuesto, excelente el trabajo de las casi 3.000 personas que se han acercado a la zona para recoger el fruto que será el origen de un vino excelente el próximo año. La calidad de la uva, según los expertos, ha sido magnífica en cantidad y en grado. Todo hace pensar que el próximo año tendremos sobre la mesa un muy buen vino. Esperemos también que lo sea con un precio adecuado de la materia prima que permita que nuestro modelo de explotación siga manteniendo la rentabilidad por el trabajo bien hecho.
En la cesta de avituallamiento de esta vendimia ha cogido también peso la previsión y la anticipación. Ambas se han convertido en elementos estratégicos para evitar la incidencia de este coronavirus. Se han practicado PCR a la gran mayoría de las personas involucradas de una u otra manera en la vendimia. Un pormenorizado y exhaustivo control inicial para detectar posibles casos positivos ha permitido el aislamiento de las personas contagiadas y de sus contactos más estrechos.
Los porcentajes de positivos detectados durante este periodo en Rioja Alavesa han sido muy bajos. Es el mejor indicador de que el cumplimiento de las medidas que ponen en vigor nuestras autoridades sanitarias repercute en la reducción de las posibilidades de expansión de la enfermedad de manera importante.
Lamentablemente hemos vivido hechos luctuosos con el fallecimiento de dos personas en Lapuebla Labarka. Personas cercanas, personas amigas que han perdido la vida en la bodega. A pesar de los avances técnicos, y por desgracia, estos hechos nos suelen acompañar de vez en cuando en periodo de vendimia. Espero que éste haya sido el último. Goian bego.
Quiero ver la botella medio llena. 2020 ha sido un buen año para el aprendizaje. Todas las novedades que la pandemia nos ha obligado a poner en práctica durante la vendimia nos pueden ayudar a cambiar algunas costumbres que vienen de lejos y algunos comportamientos adquiridos. El sars-cov-2 muestra estar a gusto entre nosotros. Si queremos dominarlo, en nuestra personal columna del “debe” tenemos que colocar en primer lugar las recomendaciones sanitarias que nuestras instituciones no se cansan de recordar. De lo contrario la pandemia se hará fuerte llevándonos a situaciones más drásticas que, además de costar vidas, pueden afectar al día a día y a la economía.